Nuestro Taller
Detrás de cada cada una de nuestras piezas y joyas esta nuestro gran equipo de colaboradores, que con el tiempo se han convertido en familia, "La gran familia de Museo del Jade"
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Actualmente en los talleres de Museo del Jade, las piedras son sometidas a un proceso de selección que empieza desde los yacimientos en Chalchuitan Chiapas y Cuenca del Motagua en Guatemala.
Al llegar al taller de Museo del Jade, las piedras son colocadas en una maquina por donde pasan por una sierra diamantada de 92 cms. de diámetro sumergida en una mezcla de aceites naturales y agua, que corta la piedra en placas de diferente grosor.
Cuando ya se tienen las placas, se selecciona la mejor parte de ellas, cuidando que cada una no tenga impurezas tales como cuarzo, mica, carbón cristalizado, etc.
Luego se procede a trazar el diseño deseado sobre la placa de Jade con mina de aluminio, teniendo el cuidado de no trazar sobre fisuras o fracturas naturales de la piedra.
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Enseguida Con pequeñas sierras diamantadas se separa cada pieza, cortando solamente en línea recta aproximándose lo más posible al trazo.
La forma del diseño final, se obtiene tallando con esmeriles diamantados los cuales giran electrónicamente a 1800 revoluciones por minuto, desgastando cuidadosamente hasta lograr la forma deseada.
El pulido se logra con cuatro lijas de diferente calibre con abrasivos muy finos de carburo de silicio, oxido de cromo y polvo de rubí. Para lograr el brillo final se utilizan bandas de cuero humedecidas en aceites vegetales a las que se les aplica polvo de diamante industrial, es así como se obtiene el máximo brillo, garantizado para la eternidad ya que este brillo jamás se pierde.
En tu visita por MUSEO DEL JADE, no olvides conocer nuestra área de taller para ver como se elaboran nuestras más preciosas joyas.
Proceso del trabajo prehispánico del jade
Nuestros antepasados utilizaron arenas de sílices, y polvos de obsidiana, granate cuarzos y el mismo jade(jade negro o verde muy oscuro porque son los mas duros), que eran untados a cuerdas de ixtles o henequén con grasas de animales y gomas vegetales entre las que destacaba la savia que se obtenía del bulbo de la orquídea Tzacutli (epidendrum pastoris), con los que tallaban en un proceso de fricción que podía llevar años enteros de paciencia, hasta lograr darle forma a las duras piedras.
También utilizaron como herramienta arcos de madera con un cuero para trabajar el jade.Una de las características de las piezas precolombinas es que si tiene agujeros, estos tenían que ser cónicos, ya que para hacer los agujeros, utilizaban la dura madera del chicozapote, combinada con las arenas minerales ya señaladas. La constante y eterna fricción lograban vencer al mineral y le daba un pulido mate.